Crimen y castigo
Casi me alivia ver que todo el lío que he montado en 15 minutos de conversación ya produce sus resultados y me castigan sin piedad por ello. Me ignoran, se ríen de mi, me tratan con saña y con desidia.
Qué bello es el trabajo.
Lo peor de todo, es que ni se imaginan que quién más lo está lamentando y quien quisiera no haber salido esta mañana de la cama... Soy yo.
Pero en este mundo, no puedes decirle a nadie lo que te molesta ni tus dudas, ni las que a uno mismo le extrañan, para aclararlas. Porque te persiguen y crucifican sin piedad. Yo me comporto mal, o equivocadamente, y eso da derecho a terceros, segundo y primeros a perseguirme así.
Es fácil ver que soy un elemento molesto, y donde molesto yo no voy. Menos mal que me han dado el paro. Claro que el paro no me llega para pagar el piso.
Lo dejé todo a lo loco por este proyecto y parece como si no fuese así, como si yo quisiese reventarlo desde dentro. ¡Y he trabajado decenas de horas gratis! Hasta el día de hoy, he trabajado muchos meses, gratis. Y no hace mucho que no esperaba nada a cambio de esto. Me metí por buena voluntad.
Jeje. La vida, cuanto más cruel, más gracia tiene.
--
CÓDIGO ACTUAL DE CURRANTE: 02